sábado, 16 de junio de 2018

Construir lazos sociales

Las relaciones fuertes y saludables son importantes a lo largo de su vida. Sus vínculos sociales con familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y otros impactan sobre su bienestar mental, emocional e incluso físico.

"No podemos subestimar el poder de una relación para ayudar a promover el bienestar", dice la doctora Valerie Maholmes, psicóloga de NIH y experta en relaciones. Los estudios hallaron que tener una variedad de relaciones sociales puede ayudar a reducir el estrés y los riesgos relacionados con el corazón. Los lazos sociales fuertes se vinculan incluso con una vida más larga. Por otro lado, la soledad y el aislamiento social están relacionados con una salud más deteriorada, la depresión y un mayor riesgo de muerte prematura.
De niño, usted aprendió las habilidades sociales necesarias para formar y mantener relaciones con los demás. Pero a cualquier edad puede aprender formas de mejorar sus relaciones.
NIH financia investigaciones para descubrir qué causa un comportamiento no saludable en las relaciones. Los investigadores crearon programas comunitarios, familiares y escolares para ayudar a las personas a aprender a tener relaciones más saludables. Estos programas también ayudan a prevenir el abuso y la violencia hacia los demás.

¿Qué es saludable?

Toda relación existe en un espectro que va de saludable a no saludable a abusivo. Una señal de relación saludable es sentirse bien consigo mismo, con su pareja, familiar o amigo. Se sienten seguros hablando de cómo se sienten. Se escuchan el uno al otro. Se sienten valorados y confían el uno en el otro.
"Es importante que las personas reconozcan y sean conscientes de cualquier momento donde haya una situación en su relación que no se sienta bien o que los haga sentir menos de lo que son", aconseja Maholmes.
Es normal que las personas no estén de acuerdo una con otra. Pero los conflictos no deben convertirse en ataques personales. En una relación sana, pueden estar en desacuerdo sin lastimarse y tomar decisiones juntos.
"Ninguna relación debe basarse en esa dinámica de poder en la que alguien constantemente esté rebajando al otro compañero", dice Maholmes.
Si creció en una familia con abuso, puede ser difícil como adulto saber lo que es saludable. Puede sentir que el abuso es algo normal. Hay varios tipos de abuso e incluyen lo físico, sexual y verbal o emocional. Herir con palabras, descuidar y retener afecto son ejemplos de abuso verbal o emocional.
En una relación no saludable o abusiva, su pareja puede culparlo por sentirse mal por algo que hizo o dijo. Puede decirle que es demasiado sensible. Rebajarse hace que usted se subestime y lo mantiene bajo el control de otros.
En una relación sana, sin embargo, si le dice a su pareja que algo que dijo hirió sus sentimientos, el otro se sienten mal por hacerle daño. Intenta no hacerlo de nuevo.
El abuso en una relación íntima se llama violencia doméstica o de pareja íntima. Este tipo de violencia implica un patrón de conductas utilizado por una persona para mantener el poder y el control sobre alguien con quien está casado, convive o sale actualmente o lo hizo en el pasado. Un patrón significa que ocurre una y otra vez.
En una relación no saludable o abusiva, es posible que no se le permita pasar tiempo con su familia, amigos y otras personas de su red social.
"Una de las señales que es realmente importante en las relaciones donde hay violencia de pareja íntima es que el compañero que está siendo maltratado se aísla lentamente de la familia, los amigos y las redes sociales", dice Maholmes. "Esas redes sociales son factores de protección".

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